“Ascolta le mie parole Signore
Odi i miei gemiti
Ascolta la mia protesta
Perché tu non sei un Dio amico dei dittatori
o sostenitore della loro politica
e non ti influenza la propaganda
e non sei in società con il gangster
Non c’è sincerità nei loro discorsi
o nelle loro conferenze stampa
Parlano di pace nei loro discorsi
mentre aumentano la loro produzione bellica
Parlano di pace nelle Conferenze di Pace
e in segreto si preparano per la guerra
Le loro radio bugiarde ruggiscono tutta la notte
le loro scrivanie sono piene di piani criminali
e di pratiche sinistre
Ma tu mi salverai dai loro piani
Parlano con la bocca delle mitragliatrici
Le loro lingue luccicanti
sono le baionette…
castigali o dio
fai fallire la loro politica
confondi i loro memorandum
impedisci i loro programmi.
Nell’ora della Sirena d’Allarme
tu sarai con me
tu sarai il mio rifugio il giorno della Bomba
Chi non crede nella menzogna dei loro annunci commerciali
e nelle loro campagne pubblicitarie e nelle loro campagne politiche
tu lo benedici
Lo circondi con il tuo amore
come con carri armati.”
“Escucha mis palabras oh Señor
Oye mis gemidos
Escucha mi protesta
Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gangster
No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa
Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra
Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra
sus radios mentirosos rugen toda la noche.
Sus escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros
Pero tú me salvarás de sus planes.
Hablan con la boca de las ametralladoras.
Sus lenguas relucientes
son las bayonetas…
Castígalos oh Dios
malogra su política
confunde sus memorandums
impide sus programas.
A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el dá de la Bomba
Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias ni en sus campañas políticas
tú lo bendices
Lo rodeas con tu amor
como con tanques blindados.”
(Ernesto Cardenal, 1964)